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La Revolución Burguesa del 25 de Mayo de 1810

En este artículo vamos a desarrollar una perspectiva histórica de la Revolución de Mayo como un acontecimiento que expresa una larga serie de procesos que se desarrollan en el Virreinato del Rio de la Plata y que abre la puerta a otros nuevos. Nos preguntamos entonces ¿Fue un movimiento político que solo buscaba la independencia de España o una revolución social que buscaba quebrar los lazos con el feudalismo metropolitano?

En primer lugar, caracterizamos el 25 de mayo de 1810 como una revolución porque es un momento crucial en donde se va redefinir la estructura social, política y económica del espacio en cuestión. Lo caracterizamos como una revolución burguesa, porque la clase social que llevará a cabo estos cambios será justamente la burguesía agraria en oposición un sistema colonial basado en el feudalismo español.


Podemos observar como esta clase social intenta convertirse en hegemonía con una estrategia y un programa muy claro. Será el cuerpo de Patricios el partido (en términos materiales un agrupamiento de personas que persiguen un mismo fin político y con un plan para cambiar la sociedad) de la revolución. Este será el espacio en que se agrupen las tendencias que impulsan el cambio en la forma de organización del país a fundar.


Para entender esta revolución, nos tendremos que remontar a 1806, año de la primera invasión inglesa. Es allí cuando queda al desnudo la incapacidad de Buenos Aires de defenderse de una invasión extranjera, como en este caso lo era Inglaterra. Es en este momento en que se forman milicias urbanas que van a repeler esta invasión y que a partir de la huida del virrey Sobremonte, va a quedar un vacío de poder que será ocupado por un nuevo virrey elegido por los vecinos de la ciudad a partir de un cabildo abierto. Sería Santiago de Liniers quien quedaría a cargo del gobierno efectivo configurando un caso atípico, no había registro de un delegado real de estas magnitudes elegido por los habitantes de las colonias.


Este nuevo virrey, que llega con los avales populares va a ser una especie de mediador entre las diferentes tendencias que van a surgir a partir de esa vacancia de poder. En este momento observamos como se fomenta la creación de milicias urbanas y es allí en que se organiza formalmente el cuerpo de patricios. Dentro de este cuerpo confluyen diferentes tendencias: una burguesía agraria incipiente pero revolucionaria y por otro lado realistas conservadores ligados al monopolio comercial con España. Estas milicias tienen su baño de gloria pudiendo repeler a una de las potencias mas importantes que tenia el mundo en ese siglo XIX, cuando se suceda la segunda invasión en 1807. Tenemos entonces demostrada la fortaleza y eficacia de una clase social en armas.

El año 1808 va a traer cambios importantes en la metrópoli ya que se producen cambios políticos muy importantes a partir de las abdicaciones de Bayona y la corona española es ocupada por una monarquía francesa impulsada por Napoleón Bonaparte, expresada a partir de su hermano José. Es en este momento que se lleva a la práctica la teoría de la retroversión del poder. Ella sostiene que el poder real ha sido entregado por el pueblo hacia el rey. A partir de la ausencia de monarca, el pueblo puede recuperar su soberanía y volver a apropiarse de sí misma. En este sentido se van a formar las juntas de gobierno en cada una de las ciudades españolas a la espera de la liberación del rey Fernando VII, apresado por los franceses. Se produce entonces todo un proceso de lucha en España que va a proponer la liberación del rey cautivo.


En este sentido, en las colonias españolas, en el caso del Virreinato del Río de la Plata, observamos diferentes problemáticas que se van a derivar de la ausencia del gobernante español. Tenemos en Montevideo la creación de una junta de gobierno al estilo europeo. Ésta es profundamente conservadora y es una experiencia que se ira reproduciendo en las colonias con el objetivo de conservar el poder real en América. Sin embargo, en Buenos Aires tenemos un intento de creación de una junta de gobierno que va a ser fuertemente rechazado por el Cuerpo de Patricios, principalmente por su figura máxima Cornelio Saavedra. Lo que sucede, es que se intenta llevar adelante esta forma de gobierno en detrimento del virrey Liniers. En este sentido, la milicia actúa defendiendo a Liniers y contra la creación de una junta, porque justamente estas tenían el objetivo de conservar el poder realista y Santiago de Liniers había demostrado ser una veta por la cual se podría llegar a consolidar el poder político y militar de los hacendados por medio de reformas.


El 1 de enero de 1809, se produce un enfrentamiento en el cual complotados con la Junta de Montevideo intentan deponer a Liniers y subsumir la ciudad al control de la misma. Los sectores conservadores del poder real, ligados al monopolio, avanzan a la Plaza Mayor para exigir la renuncia del virrey. Sin embargo, el intento es frustrado por las milicias de hacendados, particularmente el Cuerpo de Patricios. Liniers entonces queda en una situación de deuda con esta milicia que lo mantiene en el poder en oposición a la junta montevideana. Es interesante ver entonces como en el resto del espacio español las juntas de gobierno funcionan como una forma de preservar el poder contra la ocupación francesa, mientras que, en Buenos Aires, mantener a Liniers expresa una forma de rebelión ante los sectores realistas que proponen esta estrategia para conservar el poder de Fernando VII.


Ese mismo año, la Junta de Sevilla va a designar a Baltasar Cisneros como nuevo virrey a fin de reconstituir la situación de poder español. Esta designación no va a poder ser evitada por las milicias que aceptan a la espera de mejores condiciones. Va a ser en 1810 en que a partir de la caída de la Junta Central de Sevilla y se va a proponer la salida institucional a partir de la creación de una Junta de gobierno como una instancia superadora del poder virreinal de Cisneros. Será el 25 de mayo de 1810, luego de una semana de tensiones de todo tipo en que las milicias de los hacendados logran expulsar al virrey y crear una Junta que exprese los intereses revolucionarios de esa clase social.


Pasamos ahora a entender cómo se organizó la burguesía para llegar a ese momento culmine. La caracterización que hacemos del cuerpo de Patricios es de hacendados miembros de la burguesía agraria. A partir de ciertas publicaciones que hace esta burguesía podemos acercarnos al programa que tienen los sectores revolucionarios y observamos como va a haber en ellas un increyendo de las demandas de esta burguesía hacia el poder real. Los problemas que vamos a ver tanto en el Telégrafo Mercantil como el Correo de Comercio, nos ilustran un poco de cuáles eran sus intereses:


1) la proletarización

2) La propiedad privada de los medios de producción: la tierra

3) La eliminación de trabas para el desarrollo capitalista: monopolio, frontera e infraestructura


En cuanto al primer problema, este extracto puede ser ilustrativo de la cuestión:


“¿El ocio? ¡Ah, que punto tan lastimoso para una larga disertación! ¿No tenemos diariamente la triste experiencia de ver montones de hombres sin ocupación en una pulpería o en una estancia sin hacer otra cosa que jugar al paro o bailar días enteros sin quererse conchabar, de que resultan borracheras quimeras puñaladas y muertes? ¿No experimentamos la languidez y flojedad de nuestros peones conchabados cuyo trabajo no produce el conchabo que ganan, que montan y destruyen nuestros mejores caballos en correr yeguas, tigres y venados, y en sus romerías y paseos sin cuidar las haciendas? En tiempos de cosecha, ¿no vemos cuantas se pierden y lo que cuestan las que se recogen por no quererse conchabar la gente ociosa?” (Harari, 2009: 272)


La resistencia de cierta mano de obra a trabajar por un salario (el conchabo) demuestra la importancia que tiene disponer de la mano de obra para las faenas agrarias. Además del trabajo esclavo, el asalariado es parte necesaria para su reproducción como clase explotadora de plusvalor. En el campo hay toda una clase social que no necesita con urgencia vender su fuerza de trabajo para lograr su supervivencia, sino que por diversos mecanismos logran asegurarse los bienes para su subsistencia. Esto representa una urgencia para la burguesía.


En cuanto a la propiedad privada de los medios de producción, es de una problemática trascendencia casi fundamental. La tierra pertenece a la corona. Esta depende de la gracia y el favor real. No hay un mercado de compra venta de terrenos. No hay seguridad de tener el espacio disponible para la producción.


Por la eliminación de trabas para el desarrollo capitalista: se pide libre comercio para eliminar a España como intermediaria. Por otro lado, se busca mejorar la infraestructura en todo lo que son caminos, puertos, sistemas de riego, etc. también, el problema de consolidar frontera contra los indígenas aparece con fuerza en estos planteos.


Cuando reunimos todas las piezas, vemos que no fue un proceso espontaneo por el aprovechamiento de una coyuntura específica. Toma la forma de revolución porque busca cambiar de raíz la forma de organización social terminando con las jerarquías feudales. En cuanto a la situación política, se quita a la corona del poder y pasa a desarrollarse otro tipo de gobierno, el gobierno de los hacendados. Y en cuanto a la base económica porque se cambian las relaciones sociales de producción: proletarización, propiedad privada, expansión de frontera e infraestructura. En este sentido, el 25 de mayo de 1810 impulsa el puntapié inicial para cambiar la distribución de la riqueza del territorio.


El 25 de mayo es el punto de llegada, pero también de partida para la Revolución Burguesa en américa y en ese espacio amplio que es el Imperio Español. A partir de este punto se desarrollan las líneas del progreso y la contrarrevolución. Verificamos que no es un problema de españoles y criollos, sino entre feudalismo y capitalismo. Qué proyecto se busca mantener y cuál propone cambiar.


Pablo Javier Coronel


Bibliografia:

- Harari; “La Contra: los enemigos de la Revolución de Mayo ayer y hoy”; editorial RyR, año 2013.

- Harari; “Hacendados en armas”; editorial RyR, año 2009.

- Flores; “El Origen”; editorial RyR, año 2018.

- Halperín Donghi; “Revolución y Guerra”; editorial Siglo XXI; año 2011

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