Los Bolcheviques en el Oktubre Rojo | Huellas de la Historia
- Pablo Javier Coronel

- 7 nov
- 4 Min. de lectura
Serguéi Eisenstein, en su film “Oktubre”, fue uno de los primeros en poner en imágenes la Revolución que pondría el mundo patas para arriba. Y nunca mejor dicho, las cabezas de la vieja sociedad zarista rodaron por el lodo de la historia para que esos pies de barro pudieran dar pasos de gigantes por las grandes alamedas por las que caminaron los hombres y mujeres del siglo XX. En aquella representación vemos a aquellos revolucionarios empujados por las mareas obreras y campesinas a tomar el Palacio de Invierno en el cual vivían como reyes los representantes de la Duma. Pero como reza aquel mantra de historiadores “es más complejo”.

En este aniversario de la Revolución Rusa me pareció que era pertinente evocar la figura del bolchevique. Sujeto denostado y alabado pero que es muy difícil de categorizar de una sola forma, porque hubo muchas maneras de llevar sobre los hombros la carga de esa identidad política en la Rusia de los zares.
Como primer esbozo genérico podemos decir que dentro del Partido Obrero Social-Demócrata Ruso se produjo una fractura que coincidía con las corrientes izquierdistas que se manifestaban a partir de la II Internacional. Una fracción mayormente moderada a la cual pertenecían la mayoría de sus integrantes (mencheviques) que entendía que el verdadero socialismo solamente podía llegar a partir del desarrollo completo de las fuerzas productivas del capitalismo. Es decir una mirada etapista en la cual el devenir de los tiempos, las fuerzas sociales y económicas traerían en algún momento el sagrado tiempo del socialismo sobre la tierra.

¿OCTUBRE? | Número: 25 Año: Noviembre 2017 ISSN: 2524-9959
Autores: Pablo Javier Coronel - Lisandro Rappetti - Omer Freixa - Erika Rodríguez
Descripción: En nuestro vigésimo quinto número de la Revista Histórica de Huellas de la Historia nos dedicamos a recuperar el legado de la Revolución de Octubre. Todo esto acompañado por nuestras secciones de efemérides, noticias de la historia y una sección de apuntes teóricos.
INDICE
• Nota Editorial
• Efemérides Noviembre
• Notas Blog
• Especial
- Una foto sobre sociedad y la economía política (Lisandro Rappetti)
- Un movimiento socialista en Rusia (Pablo Javier Coronel)
- Una cronología de la Revolución Rusa (Pablo Javier Coronel)
Por otro lado, una fracción minoritaria (bolchevique), entendía que la Rusia de los zares estaba ya madura para el cambio de sistema. Y es que el imperio no había llegado al año 1917 inmune a los cambios sociales que se desarrollaban en el mundo. En primer lugar, desde 1905 se vivía una situación anómala en la cual crecía la Duma y la autoorganización obrera en lo que eran los soviets. Es decir, pequeños (y no tanto) consejos de obreros, campesinos, soldados que actuaban a nivel parroquial local en representación de las demandas de estos sectores.
El comienzo de la Gran Guerra en 1914 fue fundamental para el desarrollo de los soviets. Fue al calor del esfuerzo de los rusos por la lucha en el frente que se desarrollaron industrias textiles, armamentísticas y metalúrgicas de gran escala para hacer frente a la contienda bélica. Los abusos de los agentes zaristas comenzaron a ejercer una presión insostenible para la clase obrera del imperio que estaba conformada principalmente por las mujeres que tuvieron que soportar el peso del trabajo mientras los hombres iban en masa a combatir y morir por el Zar.
Entre estos sectores, la influencia del ala radicalizada bolchevique fue fundamental para empujar el proceso en el sentido revolucionario que comenzaría con un estallido en febrero que detendría la participación en la Gran Guerra pero que no terminaba de solucionar los problemas internos. Durante aquel 1917, el zarismo pareció retroceder ante el ascenso de la Duma pero rápidamente comenzó a reagruparse con la intención de volver al poder. Así fue que en septiembre el general Kornilov intentó un golpe contrarrevolucionario que solo pudo ser sofocado por la participación de los soviets.
Con el poder oficial diezmado y la amenaza golpista, Lenin propuso su consigna “todo el poder a los Sóviets”. Con esa bandera empujó a una minoría que rápidamente comenzaba a ganar adeptos y finalmente logró una victoria que tenía el desafío de perdurar en el tiempo.
En esta fecha me interesa fundamentalmente destacar dos cuestiones: la decisión política y la organización. Siempre me parece determinante nivelar el voluntarismo con el grado de elaboración política, conocimiento teórico y trabajo de campo para emprender un camino similar. Muchas veces tomamos el caso del Che en Bolivia como un exceso de voluntarismo que terminó en un fracaso rotundo. En contraposición tenemos la experiencia en Cuba: un primer asalto al Moncada que termina en una revuelta frustrada, un exilio y un trabajo de análisis teórico y organizativo de masas mucho más importante que el propio M-26J. Semejante Revolución como la sucedida en Rusia dependió de muchísimos factores entrelazados pero sin dudas pero la voluntad de los bolcheviques de tomar el poder junto con el trabajo de base operado mediante los soviets hicieron posible que en ese Oktubre Juliano se diera el evento más importante del siglo XX.
Como siempre, los invitamos a ver y consultar otros materiales que tenemos editados sobre esta temática. Tenemos Podcast, tenemos artículos, un libro digital y una revista para que puedan seguir profundizando en la Revolución Rusa.
Pablo Javier Coronel
















































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