Che Guevara: de Argentina para Latinoamérica | #LatinoaméricaSinVueltas | Huellas de la Historia
- Lucía Desages
- 9 oct
- 5 Min. de lectura
Siempre supe que existía… o que había existido, en realidad. Durante toda mi infancia, en mi casa circuló su imagen: en un libro de fotos suyas, una novela gráfica sobre su vida, en una remera de mi papá (militante peronista) que aún conservo. Los viajes en mi infancia y adolescencia a Alta Gracia para visitar a mi familia me permitieron encontrarme año a año con la que fue su casa, hoy convertida en museo; siempre que viajo la recorro nuevamente. Visto así, no sorprende que los caminos de la vida académica me hayan llevado a especializarme en el estudio de la historia de la Revolución Cubana. Hoy vamos a hablar de éste, uno de los argentinos más reconocidos en todas las latitudes, aquel cuyo rostro está inmortalizado en paredes de lugares tan remotos como Kerala, India y que se deja ver incluso en clásicos del cine como In the name of the father: Ernesto Guevara.

Nació en Rosario, cuando sus padres iban camino a Misiones. Vivió allí, se crió en la provincia de Córdoba, vivió también en Buenos Aires. Desde pequeño vivió una vida trashumante, rasgo que lo acompañaría hasta el fin de sus días. En un primer viaje, a sus 21 años, recorrió el noroeste argentino, aunque pronto su vida tomaría dimensión continental con dos viajes más recorriendo Latinoamérica. Tanto en los testimonios de quienes lo conocieron en su infancia como en sus Notas de viaje conocidas como Diarios de motocicleta puede observarse su temprano compromiso con las causas justas de los pueblos del mundo, su solidaridad sincera con los más humildes.
Su recorrido por América Latina fue verdaderamente excepcional. Estuvo en Bolivia a poco de triunfada la Revolución de 1952, estuvo en la Guatemala de Jacobo Arbenz. Allí no sólo conocería a la gran militante peruana Hilda Gadea, quien se convertiría en su primera esposa, sino que también fue incluido en la mira de la CIA por su apoyo activo a ese gobierno democrático. Tras su derrocamiento, se dirigió a México donde conoció a Fidel y Raúl Castro y se incorporó al Movimiento 26 de Julio en cuyo Ejército Rebelde participó en grado de comandante. Es decir, fue testigo directo o protagonista de al menos tres de los más importantes procesos históricos del siglo XX latinoamericano.
Hace tiempo que estudio de forma académica su pensamiento. No sólo porque tuvo el talento de dejar una enorme producción escrita, sino porque hizo un aporte sumamente original al universo teórico del marxismo. Sumergiéndose por completo en su dialéctica, supo adaptar siempre la teoría marxista a la realidad latinoamericana en general y cubana en particular. En este sentido, tuvo enormes debates con otros marxistas de su tiempo, entre los cuales se destacan el que refiere a cómo tomar el poder en una revolución (su teoría del foco) y el referido al desarrollo de una economía socialista en Cuba (el Gran Debate sobre la economía en Cuba).

"CHE GUEVARA, Legado Histórico" (Edición Especial - Octubre 2025)
Revista Digital Nº41
Octubre 2025 - Año 8
ISSN: 2524-9959
Nuestro número 41 de la Revista Histórica de Huellas de la Historia es sin dudas una edición especial sobre un protagonista de la historia latinoamericana que nos ayuda a comprender un tiempo y un continente. Ernesto Guevara De La Serna es uno de esos “Hombre Época” de los cuales tenemos sobrados ejemplos a lo largo de la línea de tiempo. La particularidad de que sea argentino lo hace especial para nosotros, pero fue adoptado tantas veces que hasta fue perdiendo su acento rosarino-porteño para ser una amalgama profunda de las voces del continente.
Autores: Pablo Javier Coronel - Lucía Desages - Omer Freixa - Pablo Mangini
Fuentes: Ernesto Guevara
Durante los años '50 y '60, el marxismo tenía una presencia soviética muy fuerte. Stalin fue el líder de un estado enorme y fuerte que había logrado derrotar al nazismo en la Segunda Guerra Mundial, tomado la ciudad de Berlín e izado la bandera roja con la hoz y el martillo en el edificio del Reichstag. Por eso, los partidos comunistas, aún tras la disolución de la Komintern (III Internacional o Internacional Comunista), seguían influenciados fuertemente por la concepción etapista de la revolución que sostenía Stalin. ¿De qué se trataba esto? Para resumirlo mal y pronto, planteaban que el socialismo se desarrollaría de una forma casi mecánica una vez que estuvieran dadas ciertas condiciones materiales para que ocurra, entre ellas, un alto desarrollo de las fuerzas de producción. El Che se dedicó a contradecir esta teoría: a partir de su teoría del foco revolucionario, planteaba que "no siempre hay que esperar a que se den todas las condiciones para la revolución; el foco insurreccional puede crearlas." Su debate económico venía en el mismo sentido: proponía un modelo económico alternativo al soviético.
En verdad, aún cuando la Revolución Cubana ya se había declarado socialista y el Che ya era un referente internacional del marxismo, sus conflictos con los Partidos Comunistas continuaban. Si bien podríamos rastrear desde la década del '50 en varias fuentes sus desencuentros con estos partidos de diversas latitudes, en 1965 cuestionó públicamente a la URSS en su discurso en Argel: "Los países socialistas tienen el deber moral de liquidar su complicidad tácita con los países explotadores de Occidente." Por eso, no debe sorprendernos que el Che siempre hubiera mirado no sólo a Latinoamérica sino a otros países del Tercer Mundo: participó del Movimiento de Países No Alineados, combatió también en Congo y en Bolivia, donde pasó sus últimos días. Siempre estuvo más cerca del sur global que del bloque socialista.
Dicen que cuando estaban a punto de matarlo, el soldado que ya lo tenía en la mira de su fusil se mostró asustado, que el Che lo miró a los ojos y le dijo "Tranquilícese y apunte bien, va a matar a un hombre". Si bien hace 58 años que falta (y hace falta) en esta tierra, dejó en todo el mundo una huella indeleble. Quizás en Argentina, la tierra que lo vio nacer, es donde menos estima se le tiene, pero en otros lugares es indiscutible. El Che Guevara fue un hombre que no sólo hizo aportes claves en materia teórica en el marxismo. Fue alguien que se indignó ante lo injusto de este mundo, soñó con mundo mejor y consagró su vida a esa tarea, porque las cosas no ocurren solas sino que hay que luchar por ellas. No perdió su tiempo en irse por las ramas teóricas de debates inconducentes: todo lo que debatió estuvo fuertemente relacionado a su praxis. Antes de morir, le dejó a sus hijos una enseñanza que en realidad fue para la humanidad: "Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario."
Hasta siempre, Comandante.
Lucía Desages
Bibliografía:
· Bell, José; López, Delia Luisa; Caram, Tania; Documentos de la Revolución Cubana. 1959, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2006
· Gadea, Hilda, Che Guevara años decisivos, Aguilar, México, 1972
· Guevara, Ernesto, "Discurso de Argel" (24 de febrero de 1965), en el sitio web del Archivo Chile del Centro de Estudios Miguel Enriquez, disponible en https://www.archivochile.com/America_latina/Doc_paises_al/Cuba/Escritos_del_Che/escritosdelche0077.pdf (Consultado el 15 de septiembre de 2022).
· Guevara, Ernesto, Che Guevara presente: una antología mínima, Ocean Press, 2005.
· Guevara, Ernesto, El gran debate sobre la economía en Cuba, Ocean Sur, China, 2018
· Guevara, Ernesto, “La Guerra de Guerrillas”, Centro de Estudios Miguel Enríquez, obtenido en el sitio web de Archivo Chile, disponible en https://www.archivochile.com/America_latina/Doc_paises_al/Cuba/Escritos_del_Che/escritosdelche0045.pdf (Consultado el 17 de noviembre de 2021)
· Guevara, Gustavo Carlos, “La Revolución Cubana” en Guevara, Gustavo Carlos (coord.), Sobre las Revoluciones Latinoamericanas del siglo XX, Newen Mapu, Buenos Aires, 2017, pp. 71-91
· Masetti, Jorge Ricardo, La entrevista de la revolución, Buenos Aires, Nuestra América, 2011
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