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El Mundial, Rosas y la Soberanía Nacional

Este domingo 20 de Noviembre empieza el mundial de futbol de la FIFA en Qatar coincidiendo con nuestro día de la Soberanía Nacional en memoria de la Batalla de la Vuelta de Obligado durante la gestión de Juan Manuel de Rosas. En este artículo nos planteamos una reflexión en torno al nacionalismo y la soberanía nacional en vistas a la competencia deportiva que paralizará al mundo en el próximo mes.



El nacionalismo como concepto fue estudiado por muchos cientistas sociales. No es extraño que nos preguntemos el por qué vivimos los partidos de la selección en el mundial con tanta pasión. Hasta los más reacios o ignorantes de lo que es el futbol en sí, se ponen la camiseta y salen a mostrar los colores. Y es que hay un sentimiento que emana de una ideología concreta. Es el nacionalismo.


En términos teóricos el nacionalismo es la ideología por medio de la cual se expande la Nación. Esto nos supone comprender también que es eso. Vamos por partes. Según Fabián Harari, la nación en términos contemporáneos es “El espacio de dominación de una burguesía lo suficientemente amplia (para reclamar un espacio común), cohesionada (para reclamar intereses comunes) y lo suficien­temente delimitada (para competir)” (Harari; 33). Es decir, que con el advenimiento de las burguesías como clase social dominante, la expansión y consolidación de naciones fue la herramienta ideológica fundamental.


El caso más elocuente es el de Francia. Cuando acontece la Revolución Francesa y la monarquía es guillotinada tanto física como institucionalmente, comienza el proceso de creación de la nación francesa como tal. Si antiguamente los súbditos estaban reunidos bajo un reino, ahora los ciudadanos estarían reunidos bajo una misma nación. Hablamos entonces de un espacio (un territorio), una unidad de intereses y una claridad sobre quien es ciudadano y quien no de esa nación, estableciendo ciertos derechos de ciudadanía que unos podrán obtener sobre otros en un mismo espacio (ciudadano vs. no ciudadano).


El nacionalismo es entonces la ideología que va a respaldar a una Nación. Es decir, la atribución de ciertos valores nacionales, una bandera, un escudo, un himno, una camiseta de fútbol. Ese sentido de pertenencia no es innato, no está “en la sangre”, sino que es construido y fortalecido todo el tiempo por diferentes tipos de instituciones (escuela, gobierno, deporte, religión, etc.). El mundial de fútbol es una expresión más de todo ello. Si nos paramos a pensar ¿Cuál sería el motivo por el cual unos jugadores juegan para una selección y otros en otra? ¿Qué diferencias físicas o futbolísticas habría entre ellos como para unos vestir unos colores y otros llevar otros? ¿Por qué se cantan los himnos de los países antes de comenzar los partidos?


Aquí es donde entra Rosas en este artículo. Toda Nación se construye por medio de una historia y ciertos mitos que hagan valorable su pertenencia. La Batalla de la vuelta de Obligado es una de esas hazañas históricas que fortalecen la mitología nacional. La defensa de la Soberanía Nacional, es decir el poder decidir dentro del territorio en el cual uno se encuentra, es otro de los pilares del nacionalismo y la Nación. Sin embargo, si pasamos por el tamiz del historiador el hecho en sí nos encontramos con lo siguiente.


En primer lugar, la Batalla de la Vuelta de Obligado estuvo en el olvido por muchos años. En concreto es un enfrentamiento perdido. Una derrota política para el gobierno de Rosas que quería evitar a toda costa la libre navegación de los ríos hacia las provincias del litoral que venían reclamando ese derecho durante años. Por otro lado, la fecha se convierte en feriado durante la gestión de Cristina Kirchner en el año 2010 como parte de una operación historiográfica de rescatar a Rosas y ponerlo en el panteón nacional. Las intenciones del Kirchnerismo sobre esta reivindicación la pueden rastrear en nuestro video “Rosismo, Federalismo y Soberanía Nacional” (ver aquí).


Pasando en limpio el debate, la utilización del deporte, en este caso el mundial de fútbol pero también en los Juegos Olímpicos por ejemplo, consolida la pertenencia nacional de los millones que habitamos el globo. Esto nos habla a las claras de la expansión de la ideología nacional burguesa y del sistema social que ésta trae aparejada: el capitalismo. En esta ocasión se han encendido las alarmas por la tremenda cantidad de muertos que trajo la organización en Qatar en pos del negocio, sin embargo olvidamos que el futbol mismo es un negocio porque es un producto más de la sociedad capitalista en la que vivimos. Para los argentinos, el día de la Soberanía Nacional trae el recuerdo de un eslabón en la construcción como Estado-Nación que recién va a concretarse en 1880 con la conformación definitiva del territorio. Lo importante es disfrutar del espectáculo deportivo despojado de fanatismos nacionales que terminan inevitablemente en la xenofobia y el racismo, y entender la dinámica que traza un evento de estas magnitudes sobre la sociedad.


Pablo Javier Coronel


Bibliografía

Fabián Harari, “Casas Ajenas, La naturaleza de las naciones”. Consultar en: https://revistaryr.org.ar/index.php/RyR/article/view/555

Video “Rosismo, Federalismo y Soberanía Nacional”: https://www.youtube.com/watch?v=1JuSXBpYHdo

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