¿Venezuela siempre estuvo así? La economía de Chávez a Maduro
Dada la reciente polémica internacional por las elecciones presidenciales de Venezuela que tuvieron lugar el pasado 28 de julio, es necesario aportar algunos datos que pueden servirnos para entender el presente del país. Por ello, desde el equipo de Historia en Reels, venimos a ofrecer un análisis sobre los últimos cuarenta años de Venezuela, basándonos en datos sobre la economía, la política exterior y la inmigración. Se analizarán las gestiones de las presidencias previas a la de Hugo Chávez, la de Chávez y la actual conducida por Maduro.
Antes de Chávez
La década de los 90 encuentra a Venezuela atravesada por la política económica neoliberal, con privatización y liberalizaciones. El dólar llega a cotizarse en 1998 a 750 bolívares y la inflación supera la cifra récord del 100%. El PBI cae en promedio un 2% anual durante toda la década. La pobreza abarca al 40,3% de la población.
Esta situación se explica por el inicio de la crisis de la deuda venezolana, que se suele ubicar en el viernes negro, el 18 de febrero de 1983, cuando se devaluó el bolívar. Sin embargo, podríamos alargar la mirada hacia finales de 1981, cuando los precios internacionales del petróleo descienden, lo que implica menos ingresos para el Estado y un incesante aumento de la deuda externa. Cabe mencionar la fuga de divisas, que llegó al temible número de ocho mil millones de dólares.
Respecto de la política exterior, se observa una estrecha relación con EE. UU., principalmente por la alineación de los sucesivos presidentes venezolanos con los lineamientos del FMI. De esta manera, se abandona la orientación tercermundista de los 70; la cercanía con Cuba, Panamá y Nicaragua, desaparece por completo.
Hasta 1983, Venezuela era un país receptor de migración, en particular del vecino Colombia. Esto cambia con el comienzo de la crisis de la deuda venezolana. Entre 1983 y 1999 migrarán profesionales altamente calificados, como científicos, empresarios, académicos, médicos y deportistas. Representaban un 1,12% de la población del país. Un número muy bajo comparado con el caso Uruguayo o Paraguayo (7%). El destino eran países desarrollados, buscando mejores oportunidades laborales.
Con Chávez
La presidencia de Hugo Chávez estuvo signada por un ciclo económico de bonanza, conocido como el “boom de las commodities”, que afectó a toda Latinoamérica. Los precios internacionales de algunas materias primas exportables estratégicas, crecieron. En Venezuela, la mejora en los precios del petróleo fue la base de una política económica que garantizó servicios gratuitos de salud y educación, que se habían recortado en los años 80.
Autor: Álvaro Merino, con datos del FMI
En esta época se nacionalizaron empresas siderúrgicas, de aluminio y de comunicaciones. En 2007 el país alcanzó el mejor salario de Latinoamérica (636 dólares). La pobreza, que había aumentado a casi el 60%, fue disminuyendo hasta el 25,4%. El PBI creció en promedio 2,82% entre 1998 – 2013.
Autor: Álvaro Merino, con datos del Banco Mundial e INE (Venezuela)
Sin embargo, este auspicioso crecimiento económico tuvo sus limitaciones. Había una gran dependencia de la renta petrolera, ya que el resto de la economía no crecía. Además, existía la necesidad de importar alimentos para satisfacer la demanda interna. Por último, hubo una disminución del 50% de empresas privadas entre 1999-2009, lo que traería problemas al gobierno chavista.
La política exterior se caracterizó por un apoyo al multipolarismo, a partir del impulso en las relaciones diplomáticas con Rusia y China. El gobierno de Chávez tenía un marcado discurso antiimperialista contra Estados Unidos, aunque, al mismo tiempo, se esforzaba por mantener buenas relaciones con la Unión Europea. Todo esto se combinaba con un marcado latinoamericanismo expresado en el apoyo al ALBA y al MERCOSUR.
Entre 1999 y 2013 la migración fue de profesionales, técnicos y jóvenes calificados, principalmente vinculados a la industria petrolera, ingeniería y medicina. Su destino seguía siendo países desarrollados como España, Italia, Alemania, Canadá y los EE. UU. El porcentaje de la población que emigra aumenta y se establece en 2,30%, aunque sigue siendo bajo respecto de Uruguay y Paraguay, que promedian un 11%.
Con Maduro
Antes de la victoria en las elecciones de 2013 de Maduro, tras el fallecimiento de Hugo Chávez, el PBI venezolano comenzó a estancarse. El ciclo de bonanza de las economías latinoamericanas había llegado a su fin. Los precios del petróleo cayeron y con ello arrastraron al resto de la economía venezolana.
Según datos del FMI, la pobreza creció hasta el 75% en 2018. La inflación se disparó e incluso se llegó a una virtual hiperinflación. Las sanciones estadounidenses y luego la pandemia de covid-19 colaboraron con la recesión.
Sin embargo, la Guerra de Ucrania provocó el aumento del precio del petróleo. EE. UU., de la mano del presidente Joe Biden, abrió las puertas al petróleo venezolano a cambio de la apertura masiva de las importaciones estadounidenses y otras negociaciones vinculadas a las elecciones presidenciales. Si bien se habla de una virtual dolarización de la economía y de que con estas políticas se fijaron las inequidades sociales, hoy la economía venezolana proyecta un crecimiento del 4% del PBI, mientras la inflación, aunque alta, continúa bajando.
La política exterior tuvo algunas variaciones. Venezuela ha sostenido su relación con Rusia y China. A la vez hay una búsqueda tímida de latinoamericanismo que tiene pocos entusiastas en la región. La relación con Estados Unidos siguió siendo tensa. El país del norte aplicó una estrategia de hard power para torcer las decisiones de Maduro.
Las siete sanciones económicas impuestas por EE. UU. entre 2015 y 2019, aunque no tenían la intención de afectar a la población, repercutieron en las condiciones de vida de los venezolanos, ya que incidieron en la carencia de alimentos, la crisis hospitalaria y la inseguridad. La situación se vio modificada con el acercamiento entre Maduro y Biden, aunque tras los sucesos del 28 de julio, no se sabe a ciencia cierta cuánto durará la estabilidad en las relaciones diplomáticas.
La inmigración quizás es la cuestión más asociada al gobierno de Maduro. El porcentaje de población migrante aumentó de 2,24% en 2015 a 8,73% en 2020. Es un crecimiento peligroso, vinculado tanto a decisiones políticas internas como a las sanciones económicas de EE. UU. Aunque Uruguay y Paraguay siguen teniendo un mayor porcentaje de población migrante, este número representa alrededor de 4 millones de venezolanos. A diferencia de los periodos anteriores, en el que migraban profesionales, esta vez se habla de una migración mixta, que mezcla capital intelectual con fuerza de trabajo.
Lorenzo Abbona Castagno, Candela Magalí Villagra y Ramiro Cejas Lamadrid
Historia en Reels
Referencias
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Restrepo-Betancur, L., F. (2021). Migración en Sudamérica en los últimos treinta años.
Rodríguez Rojas, P. (2010). Venezuela: del neoliberalismo al socialismo del siglo XXI.
Uharte Pozas, L., M. (2008). Venezuela: del ajuste neoliberal a la promesa de “Socialismo de siglo XXI”.
Vargas, C. (2018). La migración en Venezuela como dimensión de la crisis.
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