¿Hubo Guerra Civil en España? | Crónicas de España | Huellas de la Historia
- Pablo Javier Coronel

- 18 jul
- 3 Min. de lectura
Muchos parecen olvidarlo, pero el 18 de julio de 1936, se produce un golpe de Estado fallido que logra repeler la II República. Sin embargo, las fuerzas sublevadas continúan sus embates contra el orden democrático dando paso a la Guerra Civil más sangrienta en el siglo XX europeo. La victoria de los golpistas no estuvo muy clara hasta el desarrollo de batallas claves que desequilibraron la balanza. La ayuda de tropas extranjeras, como las italianas y alemanas, ponen también en cuestión la idea de "guerra entre hermanos".

El 18 de julio y los años posteriores nos abren nuevas preguntas: ¿Por qué hablamos de Guerra Civil entonces? ¿Se puede pensar en la idea de un Genocidio? ¿El conflicto puede encerrarse solo en España o necesitamos expandir la mirada? Junto a Mónica Puertas estuvimos haciéndonos éstas preguntas en nuestras Charlitas de Historia, el podcast que se emite por nuestro canal de YouTube.
Hablando sobre la situación judicializada en los tribunales internacionales, la socióloga nos planteaba que,
"su diagnóstico es que los crímenes de lesa humanidad comenzaron el día 17 de julio del 36. Porque si viene de golpe comienza el oficialmente ya el 18, como está la parte del protectorado español en el norte de Marruecos que en realidad las guarniciones militares se sublevan primero en en el norte de Marruecos protectorado español y después pasan a la Península del día siguiente y ese pasaje por encima del estrecho de Gibraltar es posible gracias a la ayuda de Alemania en Italia que le manda los aviones por eso básicamente lo que yo hago por eso la propuesta sociológica"
Es decir, que la interpretación judicial del caso sobreviene al período posterior a 1939 y posa su mirada en los asesinatos desde el mismo día del golpe cometidos sobre territorio español.
La charla enmarca la Guerra Civil Española desde una perspectiva sociológica, enfatizando la importancia de entenderla como una forma de genocidio y crimen de lesa humanidad. Este enfoque se sustenta en varias razones:
Primero, las ejecuciones masivas y desapariciones durante el conflicto evidencian una violencia sistemática dirigida contra grupos específicos, lo que se ajusta a la definición de genocidio. La mención de la masacre de Badajoz, donde miles fueron ejecutados, y de los más de 114,000 desaparecidos, subraya la magnitud y el carácter organizado de la violencia, respaldando la idea de que el conflicto fue más que una simple guerra civil: fue un acto de violencia masiva dirigida.
En segundo lugar, enmarcarlo como crimen de lesa humanidad pone de relieve la naturaleza sistemática y generalizada de las atrocidades cometidas, que van más allá de actos individuales de violencia para incluir crímenes masivos organizados o promovidos por el Estado.
En tercer lugar, el enfoque sociológico considera el conflicto como una lucha que involucró dinámicas de clase, en la que la violencia se utilizó para reprimir a la clase trabajadora organizada y mantener las jerarquías sociales. Esta perspectiva entiende la violencia no solo como un acto político, sino también como un ataque contra grupos sociales específicos, lo cual es característico de los actos genocidas.
Por último, el énfasis en la naturaleza sistemática de la violencia y en la persecución de determinados grupos respalda la idea de que el conflicto debe entenderse como una forma de genocidio, ya que implicó esfuerzos deliberados y organizados para eliminar o suprimir a ciertas poblaciones, lo cual se alinea con el concepto más amplio de crímenes de lesa humanidad.
Es por eso que el 18 de julio no puede entenderse como un hecho aislado, fue el comienzo de un proceso de genocidio perpetrado sobre el bando republicano y específicamente sobre la clase obrera. Durante el desarrollo del conflicto, en las zonas ocupadas por los sublevados se vivieron exterminios masivos sobre grupos concretos. Se observa además la participación de tropas extranjeras desplegadas sobre el territorio lo que nos habla de una dimensión mucho mayor que una Guerra Civil y la lucha de hermanos contra hermanos.
Mónica Puertas
Pablo Javier Coronel
















































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