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La "Revolución Libertadora": el Golpe de Estado de 1955

El 16 de junio de 1955 se produce un intento de golpe de Estado al gobierno de Perón. Aviones con cruces pintadas en sus costados y bombardean plaza de mayo y buscan refugio en Uruguay. Mueren 308 personas y unos 700 civiles son heridos. Esa misma noche, militantes peronistas furiosos salen a quemar iglesias. Esta institución, así como la marina y la fuerza aérea son responsables del intento golpista y masacre criminal.


El clima político se va poniendo cada vez más espeso. Para septiembre de 1955, el peronismo se veía vaciado de poder real y no podía contener el avance golpista. Finalmente el 16 de septiembre de 1955 se produce el golpe.


Antecedentes: gobiernos peronistas

Después del golpe del 43, la figura de Perón fue en ascenso y su popularidad en las masas lo llevó a la presidencia en 1946 cuando la misma dictadura concedió las elecciones. Los golpistas entendían que la sucesión de Perón consolidaba la continuación del régimen con el aval popular, una vez que la depuración sindical fue realizada con la eliminación de socialistas y comunistas de la CGT.

Su gobierno está marcado por un intento de industrialización basado en la redistribución de los recursos del campo. El férreo control sobre la clase obrera y la burocratización sindical, crea un cuerpo de delegados obreros que ira al acuerdo con la burguesía. Por su parte, del otro lado de la mesa, los empresarios también son llamados a formar parte del gobierno en lo que será la CGE. Ambos sectores serán beneficiados con subsidios estatales que mantendrán las cosas en orden a pesar de las crisis económicas que empiezan a golpear a la sociedad en los años 50.

Los años peronistas van llegando a su ocaso. El descontento social es cada vez mayor. El ahogo económico que genera la inflación es difícil de contener por los sindicatos y el aparato de control del líder. La burguesía terrateniente, de más recursos y directamente afectada por las políticas redistributivas va a encontrar aliados para sus conspiraciones. La armada y la aeronáutica, junto a la iglesia y la oligarquía serán el ariete contra el gobierno peronista.

Contexto mundial: la Guerra Fría

La situación interna tiene ciertas causas que vienen de afuera. El mundo de posguerra es un mundo incierto. El avance del comunismo fuerza a los países occidentales a adoptar Estados de Bienestar en donde la inversión pública dinamice la economía para evitar el fortalecimiento de las tendencias favorables a la segunda potencia mundial.


Por su parte, EEUU implementa el llamado plan Marshall que consiste en enviar apoyo económico para la reconstrucción de Europa a cambio de ejercer un monopolio total sobre el abastecimiento de materias primas y alimentos. Inglaterra, Francia, Alemania e Italia serán clientes exclusivos de EEUU, por lo que los productos Argentinos no pueden ingresar a Europa. Solamente la España franquista sigue comprando productos argentinos, fortaleciendo acuerdos bilaterales con la dictadura fascista del país ibérico.


Todo esto termina afectando la balanza comercial de Argentina, por lo que la escases de recursos y el gasto publico interno se termina plasmando en una inflación feroz contenida con congelamiento de salarios y ajustes al consumo.


Los golpistas: Lonardi, Aramburu y Rojas

El frente antiperonista golpista era heterogéneo. Lonardi estaba apoyado por grupos católicos y militares de tendencia nacionalista, y, en consecuencia, no quería destruir la obra nacional y popular de Perón, sino eliminar las características negativas que le atribuían, como el personalismo o la corrupción. Quiso hacer acuerdos con las fuerzas que sostuvieron a Perón, entre ellas los sindicatos. Por eso aseguró que haría cumplir la consigna “Ni vencedores ni vencidos”, y que su gobierno respetaría la Constitución Nacional jurada en 1949.


Todos los que intervinieron en el golpe de 1955 eran antiperonistas, pero con la separación de Lonardi de la conducción, el ala nacionalista, más conciliadora, fue desplazada por el sector liberal del Ejército, con una posición más dura. Fue designado Presidente “provisional” el Gral. Pedro Eugenio Aramburu; continuaba como Vicepresidente el contralmirante Isaac F. Rojas, de la Marina. Bajo su gobierno se agudizó la represión: trataron que, mediante el Decreto 4161 el peronismo desapareciera de la faz de la tierra. El decreto establecía la prohibición de toda actividad peronista, convirtiendo en delito el simple hecho de mencionar a Perón y a Eva, tener sus retratos o portar sus símbolos, cantar la “marcha” peronista, etcétera.


El golpe

El 10 de septiembre de 1955, el general Lonardi comienza a articular todas las unidades del ejército que puedan serle leales. Encarga en la tarea a sus hijos que reclutan fuerzas en Córdoba y Mendoza. Aramburu por su parte se ocuparía de articular con los agentes políticos que soporten el golpe. Rojas ponía en alerta a las bases navales como las de Río Santiago para la acción. Una serie de conspiradores comienzan a movilizarse para llevar y traer información que pusiera en contacto a todas las guarniciones rebeldes que se sumarian al golpe.


Finalmente el 16 de septiembre comienza el ataque golpista en ciudades del interior. Los combates se extienden durante una semana y Perón se niega a armar a los obreros que piden armas para defender el gobierno. Finalmente, el 19 de septiembre el presidente toma la decisión de renunciar. El día 22 se concreta la asunción del poder del Estado por parte de Lonardi y el comienzo de una nueva era para la Argentina.

 


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Después del golpe

El gobierno de Lonardi no pudo manejar la situación de inestabilidad. Comandos civiles radicales y socialistas intentaron tomar los sindicatos pero fracasaron. Se producen huelgas en todo el país lo cual despojó de autoridad al general Lonardi que fue relevado por otros militares “libertadores” el 13 de noviembre.


Aramburu y Rojas estrenan su política dura prohibiendo el peronismo completamente. Las radios y diarios no podían mencionar su nombres, tenían que referirse a Perón como el “dictador depuesto” o el “tirano prófugo”. Se instauró una cláusula proscriptiva contra la persona de Perón, y se lo despojó de su grado militar. Además, el gobierno intervino la CGT, asaltó los locales partidarios, encarceló a los dirigentes peronistas más representativos y secuestró el cuerpo embalsamado de Evita que se guardaba en la sede de la CGT. El gobierno militar creó comisiones investigadoras y realizó procedimientos muy publicitados, el cierre de la Fundación o la exhibición de las joyas de Eva que tendían a desprestigiar a los ex gobernantes.


Estas medidas tan cerradamente antiperonistas apuntaban a desmantelar un régimen que llevaba una década en el poder, sancionar a los “responsables” (es decir, a los dirigentes peronistas) y neutralizar la influencia de los sindicatos. La política de desperonización llevada adelante en todos los ámbitos (sociedad, educación y economía) fue conocida popularmente como gorila.


En la economía, los pasos siguientes fueron aprobar las recomendaciones del Plan Prebisch, que desnacionalizaba la economía, y derogar por decreto la reforma constitucional efectuada en 1949. Al perder vigencia la Constitución peronista, se anulaba el artículo 40, que priorizaba la función del Estado como protector de nuestros recursos estratégicos (petróleo, carbón, gas y minerales), y que constituía un obstáculo para la política liberal. Se regresaba al siglo XIX, ya que se declaraba “vigente la Constitución Nacional sancionada en 1853, con las reformas de 1860, 1866 y 1898”.


Conclusión

El golpe del 55 se hizo llamar Revolución Libertadora, banalizando completamente ambos conceptos. Lo cierto es que fue un régimen con escaso consenso social. Su duración lo demuestra: fueron 3 años a la cabeza del Estado. Luego, los militares necesitaron pasar a un régimen de “democracia tutelada” en donde las reglas de juego las ponían los jerarcas de las FFAA. La burguesía nacional agroexportadora se consolidaba como clase social dominante y marcaría el ritmo de los tiempos en los años siguientes.


Pablo Javier Coronel


Nota editorial:

El presente artículo es la trascripción escrita del capítulo 3 de la serie GOLPES de Huellas de la Historia para YouTube. Pueden ver el video a continuación:

• Fuentes:

- Natalia Albarez Gómez :”El concepto de Hegemonía en Gramsci: Una propuesta para el análisis y la acción política” en Revista de Estudios Sociales Contemporáneos n° 15, IMESC-IDEHESI/Conicet, Universidad Nacional De Cuyo, 2016, pp. 150-160

- Juan B. Iñigo Carrera; La acumulación de capital en la Argentina; Buenos Aires, 1998.


 

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