Una Foto sobre la sociedad y la economía zarista
La importancia de la revolución rusa no sólo se reduce al hecho que constituye un gobierno socialista, sino también a qué inauguró una nueva época para la humanidad, la de las revoluciones socialistas, como fueron la revolución china de 1945-49, la revolución cubana, etc.
Todos estos procesos revolucionarios, con mayor o menor éxito, intentaron acabar con la explotación del hombre por el hombre y superar la división de la sociedad humana en clases sociales antagónicas. La revolución rusa fue una revolución social puesto que transformó las estructuras económicas y sociales, y por añadidura, las políticas e ideológicas.
La revolución rusa no debe entenderse como un acto único, sino como un proceso histórico abierto por la revolución de 1905 -"el ensayo general", según Lenin-, que se desarrollará hasta bien entrada la década de los años 20. Haré mención a la situación económica, social y política de la Rusia zarista con objeto de entender los problemas más importantes de esta formación social que a la postre, se convirtieron en las causas estructurales principales junto a la desastrosa participación de Rusia en la primera guerra mundial que motivaron la revolución.
Ya lo decía León Trotsky…
"El rasgo fundamental y más constante de la historia de Rusia es el carácter rezagado de su desarrollo, con el atraso económico, el primitivismo de las formas sociales y el bajo nivel de cultura que son su obligada consecuencia"[i]…
Este atraso no solo es de carácter económico, sino que también es social, político y cultural, ya que la Rusia Zarista tenía fuertísimos basamentos feudales en su interior a pesar de las reformas de 1860 que logran la emancipación de los ciervos y libera enormes masas humanas que posibilitaron el crecimiento económico y el desarrollo del capitalismo. De hecho, es a partir de 1861 cuando Rusia entra en la etapa capitalista y empieza a superar su atraso ancestral. Esto es a causa principalmente de la Guerra de Crimea en la que sale triunfadora gracias principalmente al apoyo de Inglaterra y Francia, venciendo a Turquía. Es justamente entre los años 1861 y 1914 que se produce el mayor desarrollo económico en cientos de años, cambiando la radiografía del país. Por mencionar algunos datos, sólo existían el 15% de las empresas industriales que funcionaban en 1905. Entre 1881 y 1900 se crearon el 61% de las mismas. Aparte en 1767, Rusia produjo 163.000 T de acero y, unos cien años más tarde en 1886 esta producción sólo había llegado a 311.000 T. En 1896 sólo diez años después, ascendió a 1,6 millones T. Y en 1904 alcanzó los 2,9 millones de ton. Entre 1905 y 1914, Rusia dobló su producción industrial[1].
Sin embargo, este colosal desarrollo no rompió el retraso respecto a otros países. En vísperas de la guerra, en la cumbre de su prosperidad, la renta nacional de la Rusia zarista era de ocho a diez veces inferior a la de Estados Unidos y sólo tenía 0,4 km. de líneas férreas por cada 100 km²., frente a los 11,7 de Alemania o los 7 de Austria-Hungría. La clave de este atraso radica en el predominio del campo sobre la ciudad y el mantenimiento de relaciones cuasi-feudales en el campo -a pesar de que en 1861 se procediera con gran retraso a la emancipación de los siervos-; la debilidad de la burguesía nativa y del naciente capitalismo ruso sumado a la dependencia exterior y, el oscurantismo del régimen absolutista, que impedía el libre desenvolvimiento de la vida cultural y política.
Aparte de esta problemática Rusia tenía un incipiente problema agrario, pues su economía era mayoritariamente de este tipo, empleando aproximadamente el 61% de su fuerza laboral total[2].Sin embargo era una producción que se caracterizaba por ser extensiva y no intensiva, produciendo una renta per cápita inferior a la mitad de la renta total del país, siendo muy inferiores sus cosechas a las que se registraban en Francia e Inglaterra. También hay que señalar que la distribución de las tierras estaba absolutamente monopolizada por aquellas que eran propiedad del zar y por unas 16000 familias cercanas a la aristocracia. Por supuesto que las tierras de los grandes propietarios eran las de mejor calidad, y por lo tanto las más productivas[3]. La presión fiscal era tremenda y gravaba más al campesino que al terrateniente. El resultado de esto fue que los campesinos de conjunto perdieran su propiedad en un número mayor al 36% en manos de los terratenientes y los bancos.
La escasa productividad fruto del retraso de la revolución industrial y del bajo nivel de desarrollo tecnológico, y la desigual distribución de la tierra es la causa fundamental de la pobreza del campo ruso, es decir, de la pobreza y la miseria de la gran mayoría de la población y todo esto provocaba años de malas cosechas y una gran mortandad en la población. En el campo existían los “mir”, las comunidades campesinas que entregaban las tierras municipales en usufructos anuales a los campesinos y que coexistían con los “zemstvos”, una especie de consejos rurales con atribuciones administrativas muy reducidas.
Por su parte el capital extranjero no sólo trajo el dinero necesario para el despegue tardío de la industria rusa, sino también la tecnología y la organización del trabajo. Así tenemos como en un país mayoritariamente agrícola y atrasado se ponen en marcha las industrias más modernas de aquel entonces. Este hecho constituye un magnífico ejemplo de la ley más general del proceso histórico, la ley del desarrollo desigual y combinado. Citando puntualmente…
"Los países atrasados asimilan las conquistas materiales e ideológicas de las naciones avanzadas. Pero esto no significa que sigan a estas últimas servilmente, reproduciendo todas las etapas de su pasado (...) Los salvajes pasan de la flecha al fusil de golpe, sin recorrer la senda que separa en el pasado esas dos armas. (...) Azotados por el látigo de las necesidades materiales, los países atrasados se ven obligados a avanzar a saltos"[4]
Este desarrollo desigual y combinado, propio de los países atrasados como Rusia, hizo posible un gran fortalecimiento de la clase obrera industrial. Mientras que las empresas de más 1.000 trabajadores concentraban en Estados Unidos al 17,8% del proletariado industrial, en la Rusia zarista aglutinaban al 41,4%. En la zona de Petrogrado esta concentración era del 44,4% y en la región de Moscú del 57,3%. Esto facilitaba enormemente la difusión de las ideas revolucionarias entre la clase obrera y no es casualidad que los dos grandes centros revolucionarios en las tres revoluciones rusas fueran estas dos grandes ciudades industriales.
El régimen zarista era autocrático, absolutista. Por lo tanto no existía una constitución y las leyes eran cartas otorgadas por el zar. Esta instrumentación política se basaba en el respaldo de la policía secreta y del ejército, con un sostén ideológico proporcionado por la Iglesia ortodoxa rusa. Si nos tenemos que referir a las estructuras sociales en lo más alto de la pirámide vamos a encontrar al Zar y su familia. El monarca era el principal terrateniente del país y el máximo jefe militar, como también así el máximo representante de la nobleza. En cuanto a esta última representada aproximadamente unas 60000 mil familias, 0.4% de la población. La reforma de 1861 que liberó a los campesinos no perjudicó ni dañó los intereses de la aristocracia rusa, ya que los nobles se desembarazaron de una servidumbre muy ociosa e improductiva, además muchas familias empleaban trabajadores asalariados recibiendo cada año de los campesinos 250 millones de rublos en concepto de pagos de rescate, lo que en gran parte originó la ruina y el empobrecimiento de millares de familias campesinas. Los nobles además, controlaban los puestos claves de la estructura de mando del ejército -la inmensa mayoría de los oficiales del ejército eran de origen noble-, los cargos y puestos burocráticos de la administración local y central y hasta la jerarquía ortodoxa era de origen noble. De hecho, el padre del fundador de la dinastía de los Romanov, Miguel III, era el patriarca de Moscú.
La nobleza contaba así con tres importantes armas: el ejército, la Iglesia y la administración del estado. El primero encuadraba a un millón de hombres en tiempos de paz, multiplicándose por diez esta cifra en tiempos de guerra. El mantenimiento del ejército y la marina imperial consumía una parte considerable del presupuesto: "En el presupuesto de 1908, los gastos previstos para el ejército y la flota, con los intereses de la deuda pública y los gastos ocasionados por el término de la guerra, se elevaban a 1.018 millones de rublos, es decir, al 40,5% de todo el presupuesto nacional"[5]. Y esto es significativamente reforzado con la inclusión del servicio militar obligatorio en 1874.
En resumen podemos decir que la Rusia zarista se caracterizaba por tener un estado burocrático, autoritario y militar. Que poseía marcados rasgos feudales con una población mayoritariamente rural, inmovilizada socialmente que la perpetuaba en el atraso. Asimismo tenía un sistema político monárquico y su industrialización era muy pobre, inclusive comparada con las principales potencias europeas luego del proceso de 1860, pero está realidad va a cambiar significativamente en 1917….
Lisandro Rapetti
Citas:
[1]Rofé, J: La sociedad rusa durante el período pre revolucionario. Mimeo 2006.
[2]Trotsky. L: 1905, Resultados y perspectivas. Ed. Varias.
[3]Trotsky. L: 1905, Resultados y perspectivas. Ed. Varias.
[4]León Trotsky: Historia de la Revolución Rusa. Ed. R y R.
[5]Trotsky. L: 1905, Resultados y perspectivas. Mimeo 2006.
Bibliografía
Rofé, J: La sociedad rusa durante el período pre revolucionario. Mimeo. 2006
Trotsky. L: 1905, Resultados y perspectivas. Mimeo 2006.
Trotsky. L: Historia de la Revolución Rusa. Ed. R y R.
Marx. C: El capital. Ed. Varias.