Che, planificador de la industria socialista
La Revolución Cubana pretendía cambiar las reglas de producción, de apropiación y de redistribución de los recursos siguiendo el denominado “Plan del Moncada” desplegado a partir del alegato de Fidel Castro compilado en “La Historia me Absolverá” con arraigo en las ideas nacionalistas en torno a la economía de Martí. Es por ello que podemos observar un avance en ese sentido a partir del derrocamiento de Batista.
Sin embargo, a partir de la intervención de los Estados Unidos de América en contra del proceso revolucionario, el consecuente acercamiento a la URSS y el apoyo del gobierno en los elementos más radicalizados del partido llevarían a la búsqueda de nuevas formas de organización de la producción y la discusión por nuevas formas de financiamiento de las empresas a partir de la concentración en manos del Estado de la gran mayoría de las ramas de la producción.
Ernesto Guevara, al frente del Ministerio de Industrias, lleva adelante la tarea de pensar la forma en que se va a llevar adelante la planificación de la economía cubana con el objetivo de alcanzar el socialismo en la isla. Para ello es fundamental observar las discusiones en torno al sistema de financiación de las empresas o ramas de producción. En sus debates en torno a la aplicación del Sistema Presupuestario de Financiamiento o de Cálculo Económico se pueden observar las proyecciones a futuro de la idea que tenia Guevara para la construcción del socialismo. En su esquema comienzan a tallar cuestiones relacionadas con la financiación propiamente dicha pero también de los incentivos, de la conciencia, de la educación, de la relación de los trabajadores con el Estado y del lugar de Cuba en la economía socialista mundial.
En primer lugar, debemos entender las diferencias a grandes rasgos entre cada sistema. El Sistema Presupuestario de Financiamiento, al que adhería el Che, consistía en una serie de empresas agrupadas de forma monopólica por rubro que depende exclusivamente del JUCEPLAN (organismo encargado de la planificación completa de la economía tomado del modelo soviético). Dentro de este esquema, cada empresa debe remitir sus utilidades al Banco Central de Cuba encargado de entregar los recursos para iniciar el ciclo productivo. Por otro lado, el Sistema de Cálculo Económico suponía brindar mayor autonomía a las empresas a partir de la autofinanciación obtenida de sus ganancias, lo que supondría mayor eficiencia.
En contra de lo que hoy se piensa del régimen cubano, el debate estuvo abierto y fluía a través de las revistas dedicadas a la economía por toda la sociedad. En ellos, Ernesto Guevara reconocía los beneficios que otorgaba el sistema de Cálculo Económico pero observaba que para ello se debía desarrollar mucho mas la conciencia del pueblo cubano acerca del socialismo. Según su mirada, una empresa autosuficiente estaría motivada por incentivos económicos yendo en contra de lo que creía el Che que debía representar el socialismo. Un trabajador incentivado por su egoísmo personal podía producir más, pero estaría enajenado de la sociedad y conspiraría contra los ideales máximos del humanismo y comunitarismo que proponía el socialismo.
Por ello destaca que su modelo, quizás más conservador pero más seguro era el de Financiamiento Presupuestario. Sin embargo, dotaba de vital importancia al sistema educativo y cultural que dotara de conciencia a los obreros de los preceptos básicos del socialismo. En este sentido, Cuba debía aspirar a crear un Hombre Nuevo que fuera completamente consiente de proceso económico que se estaba desarrollando. Se proponía un cambio de mentalidad en donde los incentivos pasaran por motivaciones morales o grupales que permitan mejorar la eficiencia de las industrias.
Pablo Javier Coronel
Bibliografía utilizada:
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GUEVARA, Ernesto. La planificación socialista, su significado (1964).
GUAGLIANONE, Martin. La organización económica de la Revolución Cubana en sus primeros años (1959-1965).
LAVERGNE, Néstor. El intercambio mercantil en el socialismo (1965)
MANDEL, Ernest. El debate económico en Cuba durante el período 1963-1964 (1967).
RAYSA FUENTES. “La economía cubana durante la primera mitad de los años 60”. Universidad de Matanzas. 2001.