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Pablo Javier Coronel

Potosí: El Cerro de la Muerte

Una característica fundamental de la colonización española es que su política es básicamente extractiva, o sea que la producción que se logre principalmente en metales preciosos (oro y plata) en las colonias tendrá como punto de llegada Europa. Podemos decir entonces que la base del sistema colonial en su parte material está fundada sobre bases de apoyo que son la extracción de estos metales a gran escala. Hay que decir además que los metales poseen una cualidad que es menester remarcar y, que no puede obviarse, son extremadamente resistentes, sirven como objeto de cambio y, además no perecen, en una época en la que la economía europea no estaba abierta a la agricultura americana y en donde la exportación de comestibles suscitaba enormes problemas debido a la imposibilidad de su conservación por largos períodos de tiempo[1].


En este contexto nos vamos a encontrar con una Europa que es a la vez importadora de metales preciosos y expulsadora de los mismos (plata) para cubrir su déficit cada vez más creciente en su balanza comercial con China[2].


Algunos autores como Marx sostienen sin embargo que la exportación de plata de América es la base de sustentación de un proceso llamado acumulación originaria[3], otros sostienen que esa importación masiva por parte de Europa de los metales hace que surja “la revolución de los precios”[4]. Independientemente de ello es de suma importancia analizar cuál es el papel jugado por esa extracción en el desenvolvimiento del mercado regional de las comunidades andinas y como influyó en ellas en la conformación del mercado laboral y regional.


Durante el inicio de la conquista la acumulación de metales preciosos se limitó al pillaje de las huacas y al robo sistemático de ellas donde se encontraran, no existía una política delimitada en cuanto a la explotación de metales, pero eso va a cambiar en cuanto surja el polo minero de Potosí.


En una primera instancia se va a dar lo que se llama técnica de producción en las Huayras[5], a la vez se da otro fenómeno digno de ser explicado y es que se empieza a producir una marcada división del trabajo. Con la técnica del Azogue y la llegada del Virrey Toledo[6] esta división se va a acentuar aún más y además se va a incrementar la composición orgánica del capital, ya que para este tipo de producción se necesitan diferentes metales que hacen al proceso minero, como el mercurio, el plomo y el estaño.


Siguiendo con la producción de las huayras, el primer proceso digno de estudiar es la migración que se produce en las comunidades andinas al polo minero de Potosí, se da una desvinculación de los indios de sus comunidades para trabajar en las minas. Esto nos habla de la capacidad del sector minero para absorber mano de obra y vincular a si mismo fuerza de trabajo que estaba anteriormente relacionada a la economía campesina. En 1550 había ya en Potosí no menos de 20000 habitantes, este número se mantuvo durante casi todo el siglo XVI y en 1850 el lugar llegó a tener al menos 50000 habitantes. Sin embargo es importante saber que durante la etapa de la huayra el 90% de la población es indígena y cuando empezó a florecer la técnica de Azogue la población indígena solamente alcanzaba el 40%[7]. Por lo tanto podemos decir que en la época de producción en las Huayras la población indígena es abrumadoramente mayoría y, además según los cronistas de la época el 87% de la producción es realizada también por los indígenas, ahora la pregunta que cabría hacerse es…


¿Como los españoles sacan beneficio de esta situación?, simple…“proveyendo los medios de sustancia y trabajo necesarios para las minas y garantizando para sí mismos el flujo de circulación de las mercancías.”


Esto lo hacían de varias maneras, en primera instancia se aseguraban que el flujo de mano de obra a las minas fuese constante, manteniendo relaciones con los Curacas[8] para que estos garanticen cantidades cada vez más significativas de trabajadores y, en segunda instancia gracias a que Potosí se convierte en un polo de atracción por el flujo de materiales necesarios para la explotación minera. Así se va a incrementar la producción de textiles, alimentos y herramientas que son suministrados a los indios. Entonces no es contradictorio decir que esta primera etapa de la minería en la que la mayor cantidad de producción pasa por las manos de los Indios, no rompe de ninguna manera el andamiaje de dominación española.


Básicamente se dan 3 expropiaciones, la primera es que el Estado una vez producida la extracción se apropia del 21% de la plata refinada por medio del Quinto[9]. La segunda es que los españoles reciben casi sin correr riesgos de inversión plata de bajo costo que luego cambian a los fundidores por plata refinada, es decir obtienen un producto mejor y de más calidad sin inversión previa. Y la tercera es que cierta masa de indígenas retira una porción de plata que pasa al campo español bajo forma de renta en dinero de la encomienda, participando el Estado nuevamente en este proceso[10]. Podríamos decir entonces que el Estado participa activamente en dos procesos sin inversión previa en la que obtiene solamente ganancias y además asegura otros medios los cuales para obtenerlos uso capital proveniente de las minas y del trabajo indígena. Valdría decir además y en animo de una mayor comprensión de este proceso y, es que solo puede realizarse por la simple razón que el oro y la plata que se extraen de las minas no tienen valor alguno para sus productores de forma directa, solamente lo tienen cuando el productor logra introducirlo en el mercado y, es en esa instancia cuando aparecen los españoles para el intercambio. ¡El oro y la plata solo tienen valor si es posible enajenarlos!


Con la técnica de Azogue las cosas van a cambiar, con este nuevo tipo de producción se van a dar otros fenómenos económicos y sociales; en primer lugar va a aparecer el sistema de la mita minera. La dinámica de Potosí y su nueva escala ampliada de producción requiere mucha más fuerza de trabajo, lo que impulsa al Estado a la conformación de esta mita, razón por la cual crece en términos absolutos y relativos la magnitud del trabajo compulsivo. A su vez con la rápida expansión de la técnica de Azogue se inicia un marcado incremento en la acumulación de capital que desemboca en la concentración casi exclusiva de los medios sociales de producción en el campo español.


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Los indios son privados de la participación activa que tenían en el comercio y la producción del mercado de Potosí y quedan subordinados al sistema de salario por jornal. Sin embargo, a la Huayra no se esfuma del sistema minero por completo, todavía en 1637 se encuentran hornillos de fundición[11]. Sin dudas nos encontramos en un proceso que consiste en liquidar el grupo de indígena que ejercía antes el control de la fundición y el refinamiento del oro y la plata. Eliminado esto, lo que se obtiene es que las nuevas condiciones de trabajo van a ser las del salario por jornal y las categorías de trabajo asalariado y compulsivo. Asimismo los señores de las minas no están ahora en condiciones de soportar intermediarios como los “Punkus y Varas” ya que parte de la fuerza de trabajo y mayoritaria se la garantiza el Estado por medio de la mita minera y sobre todo, porque se empieza a poner en juego la tasa de ganancia.


Otra cuestión importante es el subsidio de la economía campesina a la producción minera, ya que esta financia a las minas rebajando los costos de producción y la exime de sufragar una gran parte de los medios de vida físicamente indispensable para la reproducción de los trabajadores compulsivos.


En cuanto a las estrategias económicas de las comunidades podemos mencionar la minga, por la cual las comunidades podían mantener su reproducción simple y entrar en el intercambio del circuito de producción y comercio de Potosí, otro fue el cambio de asentamiento y el abandono de residencias en busca de otros más tradicionales y más dispersos. Se crea un mercado ilegal de venta de metales (Qhata).


Otra estrategia es la venta de terrenos sobrantes por parte de las comunidades, ya que su descenso demográfico no les permitía un alto rendimiento en la agricultura. Tampoco hay que olvidar el ofrecimiento por parte de las comunidades de Huamanga al rey de España para abolir la encomienda, textualmente…


“En más de un sector los encomenderos excluidos de los tributos locales y de los sistemas de trabajo a domicilio se quejaban… de las extracciones ilegales, que socavaban la economía de su encomienda”


… Esto habla de una alianza entre corregidores y kuracas para socavar el poder político de los encomenderos, que redundará sobre todo en ventajas para los jefes de las comunidades y con poco éxito para el resto. A esto tenemos que sumarle el incremento en las migraciones y el cambio de status por parte de los miembros de las comunidades: yanaconas y forasteros. Así concluyendo podemos decir que la extracción de metales del polo minero en Potosí no solamente resultó significante para el nacimiento del capitalismo como parte de la acumulación originaria, sino que a la vez modifico para siempre las relaciones entre los habitantes de las comunidades andinas, desvinculándolos de sus lugares de origen, propiciando de ellos como mano de obra desechable y mermando considerablemente su población, propiciando la venta de tierras como medio desesperado de subsistencia ante la baja en la fuerza laboral.

[1]Habría que esperar hasta el año 1802 cuando Nicolás Appert descubre que los alimentos no sufren descomposición si se los somete a una temperatura de 100 grados centígrados y luego se los mantiene herméticamente cerrados.

[2] Marx Karl: El Capital: Capítulo 24. Ed. Varias.

[3] Marx Karl: El Capital: Capítulo 24. Ed. Varias.

[4] La revolución de los precios es un proceso que se da en Europa en la segunda mitad del siglo XV y principios del siglo XVI. En total los precios se sextuplicaron en un lapso de aproximadamente 150 años.

[5] Huayra: Proceso de extracción y fundición de metales conformado por la utilización de pequeños hornos en donde se funde y se depura el metal.

[6] Virrey del Perú desde 1569 a 1581.

[7] Assadurian, Carlos Sempat: “La producción de mercancía dinero en la formación del mercado interno colonial. Siglo XVI” En…. “El sistema de la economía colonial”. Ed. Instituto de estudios peruanos. 1982.

[8]Curacas: Nombre que también recibían los caciques y miembros de las comunidades.

[9]Quinto Real: Impuesto que se pagaba cuando se descubría un tesoro o una mina. Por lo general el impuesto se pagaba solamente una vez, pero podía depender también de las condiciones y correlación de fuerzas de la situación para que se cobrase de forma reiterada.

[10]Assadurian, Carlos Sempat: “La producción de mercancía dinero en la formación del mercado interno colonial. Siglo XVI” En…. “El sistema de la economía colonial”. Ed. Instituto de estudios peruanos. 1982.

[11] Op. Cit. 10.

Lisandro Rappetti.

Bibliografía

  • Assadurian, Carlos Sempat: “La producción de mercancía dinero en la formación del mercado interno colonial. Siglo XVI” En…. “El sistema de la economía colonial”. Ed. Instituto de estudios peruanos. 1982.

  • Bernand Carmen y Gruzinsky Serge: De la idolatría, una arqueología de las ciencias religiosas. “El Perú de los jesuitas, extirpaciones”. Ed. Fondo de cultura económica. 1992.

  • Marx Karl: El capital: Capitulo 24. Ed. Varias.

  • Seed Patricia: El fracaso de maravillarse. Escrito.

  • Wachtel, N: Los vencidos, los indios del Perú frente a la conquista española. Ed. Alianza Universidad. 1976.

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